El perfume entra en la composición de numerosos productos del día a día. Es por eso que, de forma natural, la Casa Fragonard comenzó a desarrollar, en los años 60, sus primeras gamas de cosméticos y de cuidados. Geles de ducha, leches para el cuerpo, cremas… Estos productos se fabrican en los talleres de la fábrica de Eze-Village y están perfumados con los aromas procedentes de las colecciones Fragonard. La fábrica está provista igualmente de un laboratorio de formulación supervisado por la Dra. Anne Costa.
Es también en Eze-Village donde Fragonard perpetúa la fabricación del perfume sólido, denominado aún “concreto” o “pomada”. El perfume-crema o perfume sólido presenta una concentración superior a la del eau de toilette, evitando al mismo tiempo la utilización del alcohol.
Evolucionando con el paso de los años, las modas y las exigencias, los cosméticos Fragonard han apostado por la simplicidad. Productos a menudo mixtos, fiables y simples de utilizar, representan los productos esenciales del cuidado cosmético cotidiano: cremas para la cara, aceites para el cuerpo, sérum, desmaquillante, geles de ducha…